sábado, 31 de diciembre de 2011

Bones

Bajo mi óptica, la serie tiene su enjundia en los momentos en los que Brenan y Booth  están en el coche; aqui se muestran ambos como son, capaces de aprender el uno del otro, sinceros con el otro y consigo mismos. En estos momentos "coche" es cuando la relación entre los personajes aparece natural, no forzada y muy humana, por encima de las etiquetas profesionales o los roles que juegan en el trabajo, surge el encuentro entre los dos protagonistas. A pesar de las diferencias de ambos, su distinto pensamiento y filosofía, logran crecer juntos y ver que sus mundos particulares por separado generan soledad, pero juntos se completan y ya no estan solos. Además necesitamos los dos puntos de vista para resolver los crímenes.



El juego entre la doctora Temperance y el agente Seeley  es inteligente, como el própio título Bones, ¿somos solamente huesos? ¿podemos resolver todos los problemas siempre desde una perspectiva exclusivamente técnica?, a lo largo de los capítulos comprobamos que no, que se necesita más factores que los científico-técnicos para explicar la realidad. Sabemos por experiencia que nunca una prueba pericial, puede resolver un crimen, ya que siempre arrojan luz, pero es necesaria una interpretación de conjunto, que tenga en cuenta todos los factores en juego para establecer una hipótesis con criterio, y este criterio lo aporta Booth en la serie.  Los demás personajes cumplen clichés, y están poco desarrollados, lo único interesante son las buenas relaciones que tienen en el trabajo, llegando a ser incluso amigos.

En general el relato no es muy original, ya que el relato es un retrato en negativo de Expediente X, (por ejemplo, el agente Booth es del FBI como Mulder en Expediente X) pero logra cierta profundidad y novedad en los diálogos con planteamientos nuevos. Veremos qué nos depara la nueva temporada.


lunes, 26 de diciembre de 2011

Dos hombres y medio (Two and half men)

Comedia entretenida, de gran audiencia, con nueve temporadas y que actualmente sigue en emisión.
 La trama gira en torno a Charlie, un músico adinerado afincado en Malibú, y su hermano Alan, que le pide poder vivir con él (ya que se acaba de divorciar) junto con su hijo Jake.
 En la novena temporada el actor Charlie Sheen es sustituido por  Ashton Kutcher.



Creo que la serie plantea bajo la óptica existencial un tema bastante interesante.Contemplamos en el guión la evolución del prejuicio, bajo dos puntos de vista distintos, el de los dos adultos, que se mueven en sus relaciones y se asoman a la vida a través del prejuicio. Pero... ¿dónde podemos comprobar este prejuicio?. Pues bien, en la manera en la que Charlie se relaciona con el sexo femenino: es básicamente superficial y sexual con mujeres bellas y jóvenes. Mientras su hermano, critica su forma de actuar pero en el fondo es un hipócrita: el querría poder hacer lo que su hermano logra: acostarse con modelos sin compromiso, pero como no puede, censura a su hermano con la excusa de la moralidad.
Un guión muy afilado, pero interesante en sus planteamientos ya que muestran vivencias de gran potencial real.



La serie tiene un punto dramático, cuando cualquiera de los protagonistas trata de actuar honestamente y hacer lo correcto, la personas de su alrededor responden aprovechándose de ellos. La conclusión es clara, no salirse del guión, es decir, del prejuicio cultural que impera en la serie, porque de lo contrario te la van a jugar. A veces esta situación se manifiesta en la serie a través de Jake, (el hijo de Alan) cuando intenta ser honesto y la gente le juega malas pasadas, y en este paisaje tiene que madurar y crecer para llegar a ser él mismo.

 Lo difícil en la vida es ser honesto sin ser un ingenuo y ser prudente sin pecar de descreido. Una mezcla difícil en la que a menudo vence el ingrediente del prejuicio. También en la vida el prejuicio es avalado por la experiencia, pero no podemos por norma acercarnos a la realidad partiendo del prejuicio como punto de partida.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

House

Parece que poco se puede escribir que no se haya hecho ya acerca de la serie House o del doctor del honónimo nombre. Pero haciendo referencia a lo que escribí en mi primera entrada en este blog, creo que lo más interesante siguiendo los criterios que expuse no se ha dicho.



Bajo el aspecto de borde, irónico y mal educado se esconde el genio médico y humano. El médico es obvio, el humano aparece en pocos capítulos, dejando una reflexión en el aire de gran altura existencial.
Es de subrayar que él, House, es médico pero además enfermo (tiene una dolencia que le provoca cojera) y tal vez ese es el motivo por el que se niega ver a los enfermos, como enfermos, de ahí su bordería; pretendes tratarles como a personas sanas de la calle, precisamente porque el se niega a reducirse a ser eso, un enfermo.

En la serie nos sorprende el jefe del equipo de diagnóstico, haciéndose preguntas acerca de la vida y de la muerte, de las relaciones humanas, del sentido de todo, aunque a veces en sus respuestas o conclusiones nos parezcan desacertadas, algo que a mi personalmente no me importa. Lo importante son las preguntas, que podríamos llamar como definitivas, que se hace el protagonista, porque son la brújula que en la vida nos orienta.

A lo largo de la historia de la televisión, nos resultan interesantes las series de médicos o de hospitales, pero en House no se censura las preguntas, que afloran a los protagonistas cuando son testigos del dolor. En otras series sobre medicina, estas preguntas se omiten y parece que lo que interesan son las vidas de los protagonistas en un sentido superficial, que podíamos llamar de corazón.

Os invito a visionar la serie con esta perspectiva, de este modo os seducirá y os desafiará en sus planteamientos, incluso en los médicos ¿qué pasa cuando el mejor médico del mundo ha hecho un certero diagnóstico y una intervención fabulosa, y sin embargo el paciente muere?, si quieren más dosis de realidad estén atentos a la serie.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Vigilados (Person of Interest)

El punto de partida de la serie es muy interesante: en una situación de injusticia social, nadie hace nada, ni siquiera el gobierno, triunfa la filosofía del sálvese quien pueda. En este cuadro, los dos protagonistas trabajan juntos para establecer algo de justicia ante el caos social, usando la tecnología del gobierno y un programa informático, detectan las personas de interés, es decir aquellas que se encuentran en peligro.
Los personajes, un informático multimillonario introvertido, inteligente, pero discapacitado llamado Finch  (interpretado por  Michael Emerson) y un ex policía sin oficio John Reese (Jim Caviezel ), pero  con unas cualidades físicas que se asemejan a las de James Bond.
Dos perfiles opuestos, casi antagónicos se encuentran en la misma onda luchando por la justicia y generando esperanza.

2 personas que podrían hacer cualquier otra cosa, pero esa otra cosa sería un desperdicio y ellas no se sentirían enteras y realizadas. Es curioso que en la serie se cumple aquel viejo dicho que reza: "los trabajos te eligen a ti y no tú a ellos".



En el último capítulo emitido en España El juicio, asistimos a una evolución en la relación de los personajes: John Reese intenta descubrir quien es Finch, pero algo ocurre en la misión que termina en ese mismo capítulo: ha descubierto algo más importante, quien es él y qué es capaz de hacer y aportar al mundo; además en la medida en que se encuentra así mismo, puede mirar de manera más profunda quien es el otro.

Por eso al final del capítulo le dice a Finch: gracias por darme un un trabajo, parece un primer paso hacia la amistad. A pesar de sus distintas cualidades, carácter e historia personal aprenden a colaborar y trabajar juntos, todo un ejemplo pedagógico en plena crisis de lo que deben ser unos compañeros.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Smallville

Lo difícil de hacer una serie o película, sobre un tema muy tratado o revisado, es aportar algo nuevo o ser original., en palabras de Gaudí: original es el que vuelve al origen y Smallville lo consigue.


Una elección de actores muy cuidadosa, con un guiño especial a las peliculas clásicas, una perspectiva actual en el guión, sumando una dirección de fotografía fantástica junto con un guión que combimna lo mejor del cómic y el corazón humano, todo ello envuelto en una banda sonora inolvidable hacen de esta serie una leyenda.

Vemos a lo largo de las primeras temporadas, metáforas sobre la vida en el instituto; de los peligros que amenazan a los estudiantes bajo aspecto de supervillanos o contaminados por la Kriptonita, (ojo amigos geólogos no confundir con el gas Kriptón, ni el mineral real jadarita) logran que la serie sea muy didáctica para alumnos, profesores y padres.

Pero el gran logro lo constituye recuperar la figura mítica del héroe o semidios, que equipados con superpoderes se enfrentan a los peligros de este mundo. Pero como en los mitos antiguos, a Superman o a Clark Kent no le sirven de nada los superpoderes en las cuestiones cruciales de la vida: elegir a los amigos, a la chica apropiada, su futuro... somos testigos de cómo Clark, en estos terrenos que todos andamos, no tiene ventaja, solamente puede contar con sus instintos y su familia,  las mismas armas que con las que podemos contar tanto tú y como yo.

Alguien dijo que en épocas de crisis hay héroes y en tiempos normales ejemplos, yo no puedo estar más en desacuerdo con esa afirmación; los ejemplos pueden servir para muchos y por eso pertenecen a la categoría de lo ordinario, pero solamente los héroes nos alzan y nos hacen creer que es posible conquistar el terreno de lo extraordinario con un corazón humano. Por esta razón los ejemplos caen en el olvido y los héroes permanecen inmortales en la memoria.

Los personajes de la serie, son apasionantes y muy desarrollados: Chloe, Lex, Lana, Lois, cada uno desafía a Clark de una forma distinta, la amistad, el amor, la lealtad y la honestidad entran en juego en cada capítulo. Tal vez la mayor diferencia entre el héroe y el ejemplo sea esa: el héroe es fiel a su corazón y traspasa fronteras que el ejemplo no puede alcanzar, también por esta razón es el camino de los elegidos.

El gran error de los productores fué no terminar la serie con una película, que se proyectase en cines, sin duda hubiera sido un gran éxito y colofón a esta gran serie llamada Smallville.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Expediente X (The X files)

Fué votada como la mejor serie de los noventa, un gran éxito de la cadena FOX. Trata sobre un agente del FBI, Fox Mulder que investiga los llamados expedientes X, y su compañera la agente Dana Scully.
Los expedientes x versan sobre una temática paranormal variada: alienígenas, milagros, teorías de conspiración, secretos científicos etc...

Abarca una dimensión importante:  la posibilidad de misterio, y un planteamiento de partida "la verdad está ahí fuera" y "quiero creer" (frase que se lee en un poster en el despacho de Mulder) mostrando que debemos llegar a ella con los ojos y no con nuestra mente.

 A partir de aquí comienzan las investigaciones, Mulder persigue la posibilidad de apertura ante lo desconocido y Scully intenta llevarle a una escenario de racionalidad cartesiana, pero las evidencias muestran que ese escenario es insuficiente. Este delicado balancín se inclina de un lado a lo largo de la serie desafiando nuestros prejuicios, y abriendo una caja que en lo más profundo de nosotros mismos, que tal vez queremos abrir, pero nuestra racionalidad (o miedo) nos lo impide.


Por supuesto están los poderes fácticos del poder que intentan ocultar la verdad o manipularla, hasta el punto que en la serie se plantea la posibilidad de que los expedientes x, sean una "tapadera".
Genial expresión para ilustrar aquello que nos impide abrir nuestra caja de los secretos, personalmente creo que la palabra "tapadera" es mejor que "cortina de humo" ya que algo que es humo sabemos que lo es, sin embargo en el caso de la tapadera, nos confunde haciéndonos creer que ella misma es un fin, y haciendonos olvidar lo que esconde detrás de ella.

La serie tal vez la más conocida por toda una generación, forma parte del imaginario colectivo de una juventud que creció con ella, y quizá la serie de culto más grande de finales del siglo veinte, sus personajes protagonistas llegaron a salir en un episodio homenaje en los Simpson otro mito y éxito de la cadena FOX.
 Los autores y actores, no quisieron dejarnos sin final con una última película: Creer es la clave, regalándonos una pizca de sabiduría, esa frase que constituye el título, nos permite dar el salto a lo desconocido.

lunes, 5 de diciembre de 2011

El mentalista, The mentalist

Teresa Lisbon es una dura pero atractiva policía, al mando de un equipo que pertenece al departamento de la Brigada Criminal de California. Dicha Brigada, tiene contratado a un asesor externo, Patrick Jane, un antiguo tahúr, pero con capacidades deductivas, de observación y astucia impresionantes.
En palabras de Teresa: "un crack".


Patrick ha sido víctima de un asesino llamado "John el Rojo" (asesinó a su mujer e hija) y su principal objetivo es matar a "John" en un acto de venganza, además de ayudar de paso, a la brigada a resolver otros crímenes.


El guión profundiza en cuestiones universales: venganza como sed, también como equilibrio, es decir como respuesta al mal introducido que ha causado una transgresión.

Presentes en el guión, se presentan de una forma implícita cuestiones como: ¿El mal tiene la última palabra? ¿debemos hacer algo? ¿con el bien y la verdad se va alguna parte? o mejor ¿con la verdad se puede combatir al mal?.

En la Odisea, Ulises usa su astucia para engañar a sus enemigos, pues bien, Patrick sería una especie de Ulises moderno que usa sus tretas ingeniosas, trampas, desconcierta a los sospechosos, y no duda en mentir y engañar al asesino con tal de atraparlo; ¿esta actitud es lícita? ¿el fin justifica los medios? ¿jugando limpio se puede cazar a los asesinos?.


El equilibrio de Patrick pasa por Teresa; -Patrick: nosotros representamos a la ley y  no debemos saltárnosla-, le recuerda al mentalista, ante las continuas irregularidades que comete éste, a lo que Patrick responde:- Yo hablo de Justicia no de ley-
Es curioso, a veces en la serie, para alcanzar Justicia (ojo con mayúsculas) a veces hay que saltarse la ley.


Una difícil conclusión, que plantea la serie: en un mundo donde el Cosmos y el Caos se mezclan, solamente puedes contar con tu instinto, y de vez en cuando con alguna mano compañera.
En definitiva una serie cinco estrellas, capaz de competir con otros mitos del género policial de la historia de la televisión.