martes, 30 de abril de 2013

Homeland

Una serie muy interesante porque está relacionada directamente con nuestra manera de obrar juzgar y vivir. Claro, el procedimiento más importante para relacionarse con los demás es aquel que nos permite saber si podemos o no podemos confiar en una u otra persona.

La serie arranca con la vuelta de un prisionero de guerra estadounidense, que está claro que miente pero... ¿sus motivos? nos muestra el otro lado de un gobierno ese lado oscuro, al que solamente le interesa utilizar a la gente por consignas que ocultan otros planes, de los cuales el ciudadano no se entera de nada. Mientras la CIA se salta derechos y libertades para espiar a los ciudadanos ¿quien controla a la CIA? ¿quien controla a un gobierno? porque si solamente votamos cada 4 años y únicamente podemos participar de este modo, en la práctica las democracias son dictaduras temporales.

Lo más interesante de la serie, es que desciende a los ínferos de la existencia, esas cavernas que la escuela, o la universidad no habla o más bien calla por miedo. Ese juego donde la existencia no admite medianías, ese sí o no, me fío o no me fío que no admite pruebas físicas sino pruebas intangibles casi instintivas apoyadas por razones. ¿Es el sargento Brody un traidor? lo que está claro es que oculta algo, es el juego de la vida, el claro oscuro de la realidad en donde las cosas no son lo que parecen.

Puede ser nuestro protagonista un terrorista, o un agente infiltrado por propia cuenta, para salvar a Estados Unidos de un ataque de consecuencias apocalípticas para su país; Juzguen ustedes y en su vida también, porque es lo que hacen sus jefes y amigos con vosotros: espiarte porque no se fían de ti.
Este procedimiento de investigación para conocer a las personas, es superficial utilitarista e inhumano, porque de entrada el método no se fía de nadie,a lo mejor sirve para la seguridad nacional pero  no nos sirve para vivir a los demás ciudadanos de a pie, porque nos volvería paranoicos.