La versión 2.0 vampírica nos ofrece una historia original acerca de los vampiros, especialmente gira entorno a
Stefan (Paul Wesley)
y
Damon Salvatore (Ian Somerhalder) dos hermanos convertidos hacia 1864, por una vampira llamada
Katherine (Nina Dobrev). Los hermanos vuelven al que fue su hogar,
Mystic Falls (las Cataratas Místicas), y se encuentran con varias sorpresas.
Pero ¿qué puntos en común tienen con nosotros? en principio los vampiros son interesantes, porque vampirizan, es decir, en lugar de aportarnos algo para crecer, nos devoran, en cierto modo es reflejo de nosotros mismos; en lugar de aportar las cosas buenas que tenemos, utilizamos a las personas para conseguir nuestros fines egoístas.
Después de 146 años perdidos, dando tumbos, los
Salvatore encuentran a alguien interesante. Nosotros, después de 20, 25, 30, 35, 40, 50 años en la tierra ¿creemos que podemos encontrar aún algo interesante? ¿podemos esperar algo nuevo?. Nunca el corazón humano muere, a pesar de la basura que le echamos encima, tarde o temprano el corazón se conmueve y deja de estar muerto, cuando ocurre esto, se abre un mundo nuevo. Esta nueva oportunidad se ve en
Crónicas Vampíricas, cuando
Stefan y
Damon intentan establecer relaciones y volver a ser humanos.
Por encima de cierto despiste estético (todos los personajes que aparecen son jóvenes y atractivos ellos y ellas) y sentimental, los personajes apuestan por ser ellos mismos, saltando las dificultades.
Mientras, de fondo, las luchas entre humanos y vampiros, entre vampiros y otros seres, muestran la dualidad del mundo: por mucho que nos vaya bien en lo personal, siempre tenemos que estar en guardia en algún ámbito, ya sea profesional, político etc...
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