La comedia tiene sus puntos: desdramatiza situaciones difíciles encarándolas con humor, proporciona un entretenimiento que engancha al implicarte en las tramas de los protagonistas; ya sean laborales o sentimentales. Otra genialidad es que las situaciones se enmarcan en pocos escenarios, los pisos donde viven Joey y Chandler, el de Mónica y Rachel y por supuesto el Central Perk, café en el que se reúnen prácticamente en todos los capítulos.
Y por supuesto, la respuesta a la pregunta que hacíamos al comienzo, tiene argumentos en contra: el humor es el mismo, vistas las dos primeras temporadas cualquiera podría hacer un guión, mezclando los elementos de estas dos temporadas, especialmente particular es el caso de uno de sus protagonistas: Chandler, con sus bromas irónicas, dejan de sorprender y comienzan a tener un punto soez, es un protagonista que no evoluciona y se mantiene estanco (hasta tal punto el personaje es simplón y poco estudiado, que en un capítulo los propios guionistas bromean con el hecho de que nadie conoce cuál es su trabajo) como la mayoría de los personajes, que parecen evolucionar, sólo a nivel profesional como Ross o Phoebe.
Los guiones se repiten, la eterna relación de contigo pero sin ti de Ross y Rachel, centran el eje de la trama orbitando a su alrededor los demás personajes que van creciendo a nivel profesional en sus carreras, o estableciendo relaciones entre ellos (algo bastante previsible) este último es el caso de Mónica y Chandler.
En ningún momento los personajes crecen ni aumentan en sabiduría. Parece que los personajes son los mismos con 20 años que con 30, solamente cambian la moda, los peinados y la aparición de alguna arruga.
Desde el punto de vista existencial, salvo el humor, no aporta nada, salvo la defensa contra viento y marea de la amistad, reducida a pasarlo bien y echarse unas risas entre amigos. La familia sobra, perdón, más bien molesta, en esta fiesta en la que no sé muy bien qué se celebra.
Aunque al comienzo de la primera temporada el guión prometía, abría la posibilidad del calor de la auténtica amistad, en medio del frío despiadado de la ciudad de Nueva York, de pronto, se abre el brillo de una amistad verdadera, fulgurantemente el guión vuelve a los tópicos de las relaciones humanas, como la estrella fugaz que brilla pero acaba desapareciendo.
Lo mejor de la serie fue el final: cada uno por su lado con sus chiringuitos y si te he visto no me acuerdo, porque cuando tengo yo montada una familia los amigos sobran... Solamente son amigos hasta que tienen un buen culo que tocar, una vez encontrado, los "amigos" sobran, un sentido utilitarista de la amistad que no se corresponde con el anhelo humano, ese deseo de una amistad incondicional. Al final eso de Friends nada de nada.
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